Imagen adquirida por el industrial crevillentino José Magro a los herederos del artista Mariano Benlliure tras el fallecimiento de éste. En un principio no estaba destinada a ser procesionada sino para enriquecer el patrimonio artístico puesto que al existir en Crevillent el grupo del Santo Sepulcro, propiedad de la Mayordomía del Santísimo Sacramento, no quería establecer una discordia por lo que en 1949, tras negociaciones con la entonces Junta Local de Cofradías que presidía Joaquín Valdés, se decidió que participara en la procesión de la Bajada del Cristo de la Ermita de la Trinidad y el Santo Sepulcro lo hiciera en la procesión general.

Según comenta el hijo de José Magro, Álvaro, su padre pagó por la imagen alrededor de 37.000 Pesetas del año 1946.

En un principio, la imagen se encontraba en la conocida como “Fábrica de la goma” donde se le dispuso una habitación a modo de capilla en la que se veneraba la imagen por los operarios de la empresa y quienes lo desearan. Posteriormente, permaneció a la veneración de los crevillentinos en una casa propiedad de la familia propietaria en la Calle Médico Lledó junto a las imágenes del Cristo de Difuntos y Ánimas y Regina Martirum, también propiedad de la misma familia.

Debido a la lluvia en alguna de las procesiones y la humedad existente en las “bóvedas” de la parroquia de Belén donde estuvo ubicado el Museo Mariano Benlliure, la imagen presentaba una importante grieta en el costado derecho por lo que, en 1999, la concejalía de cultura del ayuntamiento de Crevillent, acogiéndose a una subvención de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana se llevó a cabo una restauración de la imagen a cargo de Emma Sarro del Centro Técnico de Restauración de la Conselleria de Cultura Educación y Ciencia.

 Desde la llegada de la imagen, unas personas siempre han permanecido junto al Cristo Yacente como Arturo Pastor, Bautista Penalva Fuentes, Vicente Penalva, Antonio Lloret, así como los empleados de la “fábrica de la goma” que eran los encargados de portar a hombros, sobre las parihuelas la imagen del Cristo Yacente hasta que el año 2003, se procede a una renovación de la junta directiva de la cofradía y asume la presidencia Santiago Hernández Pérez, con su junta, se renueva la peana y los varales para dar cabida a un mayor número de ”agarraós”. Un año después, se incrementa el número de velones y se realizan varas de presidencia.

En el año 2007 se sustituye el manto que cubre la parihuela sobre la que se sitúa la imagen por una nueva realizada en terciopelo de color negro en lugar del color granate de la anterior.

El año 2012 se renueva la directiva, asumiendo la presidencia Francisco Escolano Ruiz quien sólo permanece en el cargo tres años puesto que Santiago Hernández Pérez, primero en funciones, en 2015 y de forma oficial ya en 2016 vuelve a estar al frente de la Hermandad.

Fruto del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Crevillent y la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, la imagen del Cristo Yacente es objeto de una nueva limpieza y restauración, en esta ocasión a cargo de José Vicente Bonete que la lleva a cabo en 2019

Con las medidas sanitarias establecidas por la pandemia del COVID-19, la hermandad conmemora el 75 aniversario de la llegada de la imagen con un programa de actos como el Concierto exaltación al Cristo Yacente en el que participan el Coro de Voces Graves y el de voces blancas del Colegio Ntra. Sra. del Carmen ambos, dirigidos en esta ocasión por José Alberto Aznar. También se lleva a cabo una conferencia bajo el título “Y Dios se hizo Hombre”, pronunciada por Sergio Lledó.

Todo el programa de actos ha quedado recogido en un libro que se presenta en 2024 y que lleva por título “Una Hermandad, una familia”